Este se inicia en la boca, con la lengua y los dientes, prosiguen el intestino y termina en la vejiga urinaria y el recto. En el interior de la boca, las glándulas salivales sirven para realizar una predigestión del alimento lubrificado. En algunos casos son muy grandes, sobre todo si el animal toma alimentos muy secos. El alimento pasa de la boca a la faringe, que también conduce el aire hacia la traquea. Para evitar la entrada de alimentos en la que existe la epiglotis, que obstruye la laringe y dirige la comida hacia el esófago, el cual es un conducto que se desemboca en el estomago, con el que comunica mediante una válvula llamada cardias. El esófago es muy musculoso en los carnívoros. La forma del estomago es muy variable, así como su tamaño; es muy grande en los herbívoros, ya que la digestión de los vegetales mas laboriosa. El estomago más especializado se encuentra en los rumiantes: presenta cuatro cámaras y permite que los animales ingieran rápidamente el alimento y luego lo mastiquen y digieran cuando se hallan a salvo de los depredadores. En el extremo del estomago se encuentra el píloro, una válvula que comunica con el intestino delgado. Este se halla dividido en tres regiones: duodeno, yeyuno, ilion.
A continuación se presenta el ciego, el colon y el recto. Estos son más largos en los herbívoros que en los carnívoros, y de una longitud intermedia en el caso de los animales omnívoros. En el ciego tiene lugar a la digestión de la celulosa, por lo que esta parte del intestino grueso es también muy grande en los herbívoros, excepto en los rumiantes, que ya se han realizado esta función en su especializado estomago. El colon es la parte del intestino destinada a absorber los líquidos, y en el se hacen sólidas defecaciones. El hígado es la glándula productora de la bilis, un jugo digestivo se almacena en la vesícula biliar hasta el momento de ser utilizado. La bilis es más necesaria en los animales que se alimentan de carne, por eso los carnívoros tienen un hígado proporcionalmente más grande que los herbívoros, que produce los jugos digestivos pancreáticos.
LA DENTICION: la mayor parte de los mamíferos tienen los dientes divididos en incisivos, para cortar o desgarrar el alimento, caninos, para agarrar y matar las presas o para defenderse, premolares y molares, ambos para la masticación. Algunos mamíferos tienen dentición única que dura para toda la vida, como los desdentados y los cetáceos. El tipo de vida y de alimentación condicionan la forma, el número y la disposición de las piezas den
tales. Los carnívoros tienen una dentición con piezas muy diferentes unas de otras, con tendencia a la traducción de los molares. Los felinos poseen las llamadas piezas carniceras, destinadas a cortar los tendones. Los herbívoros poseen unos premolares y molares provistos de unas crestas de esmalte para triturar la dura hierba. Los insectívoros tienen dientes primitivos y puntiagudos. Un caso espectacular lo constituyen los incisivos superiores de los elefantes, de función defensiva. Otras muchas especies (ornitorrinco, equidnas, cetáceos, etc.) carecen de dientes propiamente dichos y presentan formaciones adaptadas a sus hábitos alimentarios.
A continuación se presenta el ciego, el colon y el recto. Estos son más largos en los herbívoros que en los carnívoros, y de una longitud intermedia en el caso de los animales omnívoros. En el ciego tiene lugar a la digestión de la celulosa, por lo que esta parte del intestino grueso es también muy grande en los herbívoros, excepto en los rumiantes, que ya se han realizado esta función en su especializado estomago. El colon es la parte del intestino destinada a absorber los líquidos, y en el se hacen sólidas defecaciones. El hígado es la glándula productora de la bilis, un jugo digestivo se almacena en la vesícula biliar hasta el momento de ser utilizado. La bilis es más necesaria en los animales que se alimentan de carne, por eso los carnívoros tienen un hígado proporcionalmente más grande que los herbívoros, que produce los jugos digestivos pancreáticos.
LA DENTICION: la mayor parte de los mamíferos tienen los dientes divididos en incisivos, para cortar o desgarrar el alimento, caninos, para agarrar y matar las presas o para defenderse, premolares y molares, ambos para la masticación. Algunos mamíferos tienen dentición única que dura para toda la vida, como los desdentados y los cetáceos. El tipo de vida y de alimentación condicionan la forma, el número y la disposición de las piezas den
tales. Los carnívoros tienen una dentición con piezas muy diferentes unas de otras, con tendencia a la traducción de los molares. Los felinos poseen las llamadas piezas carniceras, destinadas a cortar los tendones. Los herbívoros poseen unos premolares y molares provistos de unas crestas de esmalte para triturar la dura hierba. Los insectívoros tienen dientes primitivos y puntiagudos. Un caso espectacular lo constituyen los incisivos superiores de los elefantes, de función defensiva. Otras muchas especies (ornitorrinco, equidnas, cetáceos, etc.) carecen de dientes propiamente dichos y presentan formaciones adaptadas a sus hábitos alimentarios. 
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